viernes, 5 de noviembre de 2010

Angustia.

He despertado muy mal,
tengo un dolor que está más allá de los físicos que siempre me perturban.
estoy cansado, cansado del primero al último de los huesos,
con el vientre hinchado de angustia.



Las penas de los días tienden a acumularse
y no hay nada que pueda uno hacer cuando finalmente se desatan.



Creo en tu amor y hasta en la vida,
hemos aprendido que ella nos ofrece nuevos días y aún, nuevas horas.
No pueo evitar sentir el peso de esta mañana que ha causado estragos en mi anatomía espiritual.


No puedo dejar abandonada la pena que se ha prendido en mi más fuertemente.
Algo cae desde lo profundo y pronuncia tu nombre,
algo se desata desde el vientre y temo tu partida...

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